martes, 30 de septiembre de 2008

A brindar

Aunque sea bien prontito y no estemos en el mejor momento del día para beber alcohol, celebremos todos que se acaba septiembre. ¡¡Bien!! Que empieza el otoño de verdad. ¡¡Bien!! Que el Bleecker va a recuperar la normalidad y no solo estarán los amigos de Jacques. ¡¡Bien!! Que nadie tendrá jornada intensiva nunca más hasta junio ¡¡Bien!! Que ahora ya contaremos cuanto falta hasta Navidad (O hasta el puente de 9 d'Octubre). ¡¡Bien!! Que empezaremos a llevar abrigos. ¡¡Bien!!
Lo único malo es que en octubre, el día acorta mucho más, pero por lo demás, nos gusta octubre. ¡¡Bien!!

sábado, 27 de septiembre de 2008

Show me the money!


Me costó lo suyo, pero al final conseguí lo que quería... que Jacques me enseñara dónde guarda la pasta. No sé si ahora seguiré quedando con él...


:)

domingo, 21 de septiembre de 2008

... de cuando papá quiso ser Keith Moon

Esto es lo que pasó. Papá lleva unos meses tremendamente estresado con el tema de la crisis, los pisos que tiene sin vender, la poca obra pública que se licita por la falta de ingresos de los ayuntamientos y lo casinada que limpia la señora Valdelaspuertas desde que han intimado tanto.
Como en mi trabajo nuevo me pagan bastante bien, le regalé una batería mala, de esas que venden en el Cash Converters y que parecen un tanto inofensivas. Papá la montó en el baño, porque dice que es la única sala de toda la casa en la que nadie le molesta y donde es realmente él mismo. Papá es así.
Yo le regalé discos de The Who y una biografía de Keith Moon porque me daba mucho miedo que mi padre se terminara convirtiendo en una copia peor de Phil Collins y no volví a saber de la batería en un par de meses. Ni sabía que aún la tiene montada.
Jacques y yo fuimos a Villa Wendolin para buscar unos libros viejos y, justo al llegar, oímos una especie de estruendo arrítmico. Empecé a gritar para decirle a mi padre que estábamos en casa, pero ni caso. Seguimos el rastro del estruendo hasta llegar al baño y, al entrar, ahí estaba él, subido a la sillita de madera, atizando la batería como si el mundo tuviera que acabarse ya.
Yo- Pero, papá, ¿Qué haces?
Mi padre- Toco la batería. ¿No lo ves?
Yo- Sí, pero estás un poco asalvajado, ¿No?
Mi padre- Mira, Clicka, si no entiendes qué significa el Rock, vete de mi casa

Y yo pensé... ¿ahora me vienes con esas?

martes, 16 de septiembre de 2008

Querida Clicka...




Querida Clicka,



Ya sé que debes estar bastante mosqueda conmigo porque últimamente no te hago demasiado caso. Primero te retiré amigablemente de Fotolog y te traje a Blogger, pero es que me dabas demasiado trabajo y no podía atenderlo todo de forma correcta. Una lástima, lo pasábamos bien.
Ahora las cosas han cambiado, no tenemos tanto tiempo libre, ni tú ni yo. Nos tenemos que conformar con actualizar algún día suelto y con otro tipo de historietas más tranquilas, porque las dos nos hacemos mayores por mucho que te repatee el hígado.
De momento, continuaremos igual, entre otros motivos porque no tengo ni tiempo, ni ganas ni demasiada infraestructura para hacer fotos nuevas y a los personajes de ahora os tengo bastante cariño. Te tengo algo abandonada, pero has de reconocer que con Jacques he acertado... Es como los que a ti te gustan, aunque tiene algún defectillo por aquello de hacerlo creíble. Además, he tocado uno de tus puntos débiles: escribe palabras enteras, sin faltas y acentúa correctamente. Eso nos parece terriblemente sexy a las dos, ¿verdad, Clicka?
Espero que te vaya bien el nuevo trabajo. Te dije que no te metieras en los medios, que son muy malos, pero tú, erre que erre. Y no te diré que lo dejes ni nada, que para eso tienes a tu padre, pero piensa que ya has cumplido 30 años y que ya no es el momento de ir por ahí dando tumbos.
Lo de tus amigas es otro rollo. Siempre he pensado que Miranda es mala y que a Hanna la tienes idealizada porque es medio escandinava, pero es bastante lo peor. No te enfades, eh! Es solo una apreciación.
Un día de estos quizá te escriba para hablar de mí, pero eso quedará entre nosotras.



Atentamente,


la narradora ominsciente.


domingo, 14 de septiembre de 2008

Sobre el fin de semana...



En ultrasíntesis, esto es lo que ha pasado:
-Hanna y Maq no han podido quedar conmigo porque se han ido a Murcia a ver a la familia española de Hanna. Vaya escandinava de mierda que a los dos meses de liarse con mi exmejoramigo, se lo presenta a toda su familia. Joder, ¿dónde está esa racionalidad?
-Miranda y su marido tampoco han podido quedar conmigo porque habían quedado con Carlos y con su novia para cenar y para ir a bailar salsa. Vaya indie de mierda que a los dos meses de casarse con un médico rumbero, se va a bailar salsa.
-Mi padre y la señora Valdelaspuertas se han ido de excursión al campo y hoy no me han hecho la comida. Grrrr!!!
-Jacques, que es un sol aunque tenga horchata en las venas, sí que ha quedado conmigo a pesar de mis prejuicios y de las putadas que le hago. El sábado, Jacques, su hermano y yo nos fuimos a cenar y luego al Bleecker a tomarnos unas pocas copas. La cosa se lió más de lo normal y estuvimos hasta las mil por sitios de dudosa reputación... Hasta que no quedaba nada, nada, nada. El hermano reponedor de Jacques había robado una bota de vino en algún pueblo en fiestas y se vino a mi casa a continuar bebiendo. Yo les dije que podían quedarse en casa a dormir, pero que tenían que usar el sofá porque no hay más camas y, cuando me levanté, estaban los dos dormidos en las incomodísimas sillas modernas de mi salón, con la cabeza ladeada. Después les mandé a su casa porque tenía demasiada resaca para mantener una conversación coherente.

jueves, 11 de septiembre de 2008

artículos de primera necesidad


Cosas imprescindibles en el día a día de la CLicka (not in particular order), v.2.0
- taza de café y copa de vino. You know, I'm drinking wine in the afternooooooonn (kapranos).
- cámara de fotos o no hay blog
- el bolso, un tote bag bien molón que compré en Nueva York
- chanclas, porque papá no me deja pisar el suelo de mármol de villa wendolin con mis zapatos
- collar de rubíes, robado a mi madre
- recogedor, porque lo lleno todo de miguitas cuando meriendo magdalenas en el sofá
- el paraguas de LaClickaPoppins
- el micro de reportera
- el champú de bote azul para mantener las mechas rubias (¿o acaso pensábais que era natural?)
- lechuguita del huerto de papá, para cenar con remordimientos después de las magdalenas
- cepillo de dientes, que una nunca sabe a quién se va a encontrar por el mundo
- casco para visitar obras cuando voy a hacer de reportera
- el silbato y la tarjeta de Jacques, que es lo más auténtico que he visto en tiempo


N. Buen fin de semana a todos y a todas, que necesito paz y tranquilidad y no actualizaré en un par de días

miércoles, 10 de septiembre de 2008

La verdad sobre Jacques


Ayer se descubrió el pastel. A saber...
Como ahora soy reportera (sí, de esas), me mandaron a última hora de la tarde a un polideportivo de barrio porque unas madres habían intentado agredir a un árbitro durante un partido de fútbol sala. Y yo pensé que vaya pringado de árbitro, que le zurran hasta las madres de los niños de 7 años, que igual son hasta de su edad. Y ¡oh! sorpresa, el árbitro pringado no era sino el gran Jacques que, por cierto, nunca se ha llamado Jacques, sino Pepe.
La entrevista fue muy tensa. Respondió con monosílabos y mirando fijamente al suelo. Sí, no, no lo sé, yo me defendí. Al terminar, me giré para preguntarle si estaba bien, pero ya había desaparecido. Mi primera reacción fue ir detrás y decirle: "Eh! Jacques, ¿eres tonto?". Luego llegué a la conclusión de que yo hubiese hecho lo mismo. Si casi le doy puerta por ser cajero de banca...
Lo dicho, que a veces es mejor plantarse y no descubrir que alguien es un ser completamente convencional. Como yo.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Mi ex mejor amiga


Desde que Miranda se ha casado, ha cambiado hasta de forma de vestir. Ahora vienen a casa ella y su aburridísimo marido médico (que ha cambiado de peinado, by the way), se hacen los enamorados y me dicen que tengo que buscar a alguien y que patatín y patatán. ¿Hay algún complot internacional para arrebatarme mi condición de soltera que desconozca?
Yo les hablé de Jacques, de lo bien que nos llevamos y todas esas cosas, pero también de lo muchísimo que se hace el sueco conmigo. O es que, a lo mejor, Jacques es realmente así.
Han venido con el deuvedé del viaje de novios tan superperfecto que hicieron: primero Nueva York, luego San Francisco y luego se fueron a descansar a un sitio de esos tropicales cutres a los que yo, que soy tan snob, no iría nunca (al menos no lo confesaría).
Yo pensaba que la gente se casaba y ya está, no que cambiara hasta la forma de hablar, como Miranda. Ya no es mi amiga, me la han robado, se ha convertido en una repipi (todavía más), que se preocupa por tonterías. ¡¡¡Hasta me dice que quiere sacarina con el café!!! Lo peor ha sido el final de la conversación... "Y estas tazas tan monas, ¿de dónde las has sacado?". ¡¡¡Horror!!!!

domingo, 7 de septiembre de 2008

September

Lo único que nos gusta de septiembre es esta luz tan blanca. Ahora nos vamos descoloriendo, recuperamos el bronceado báltico habitual, nos encogemos y ¡un, dos, tres! volvemos a empezar.
Por lo demás, septiembre podría terminarse ya.
La canción del día iba a ser The Best Imitation of Myself, de Ben Folds Five, pero he cambiado. Ahora es If, de The Bluetones, pero cambiando 'september' por 'october'. A saber: If you get out before september remember that I'm still inside but I'm dry I'm dry...
(foto de hace un ratito)
Feliz semana, amics

viernes, 5 de septiembre de 2008

Eh! Que soy reportera!


Mis amigos dicen que se me está subiendo a la cabeza mi nuevo trabajo de reportera, que voy por la vida como haciendo preguntas y robando protagonismo y planos a los demás. ¡¡¡Pero si solo se me ha olvidado quitar el micro del bolso una vez!!! Y vale, que llevar asomando el micro del curro por mi tote bag es casi como ir diciendo por ahí: "eh! que soy reportera!", pero tampoco es para meterse tanto conmigo. ¡Hasta la Narradora me ha dicho que toda la gente que conoce está huyendo de los medios!
Soy una reportera incisiva, con algo de mala leche sin caer en la insolencia. Como ahora parece que hay que estar buena y ser altísima para llevar un micro en la mano, nos toca buscarnos otras técnicas para llamar la atención y mantener el puesto. Yo suelo poner cara de amable y despistada becaria y luego ¡zas! la bordería.
Y es cierto eso de que la tele engorda, doy fe. Cuando, por la noche, me repantingo en el sofá y pongo la repetición de mis mejores jugadas, pienso que gano bastante al natural. Ni tengo el pelo tan amarillo ni las mejillas tan rosas...

N. Actualización dedicada a toda la gente que huyó... como Bruno, Helen, Six, Rosana... :)

martes, 2 de septiembre de 2008

Más noches del Bleecker

Lo bueno que tiene septiembre es que algunas cosas van volviendo a la normalidad. Por ejemplo, el Bleecker ha abierto de nuevo, que no tiene sentido cerrar durante un mes, pero ellos lo valen. Y lo bueno y malo al mismo tiempo del Bleecker es que las cosas siempre son las mismas. Por ejemplo, Jacques y sus amigos siempre se sientan en el mismo sitio, en el corner de los no modernos, y yo siempre me visto de negro beatnik porque sí, porque mola. Jacques siempre empieza la noche en la barra pidiendo un zumo de tomate, como el día que nos conocimos. Las fotos de la pared siempre están torcidas y Jacques sigue teniendo un trabajo convencional como cajero de un banco. Parece que nada puede cambiar nunca en agosto, como si el universo se congelara.
Y Jacques contaba algo de una peli que había visto por internet, y su hermano el del pelo cardado decía tonterías sobre una cajera buenorra de su súper a la que intenta tirarse desde el primer día pero nada de nada. Y el otro, el que trabaja en un vídeoclub pero quiere ser director de cine indie, no dice nada, ni siquiera cuando Jacques habla de cine.
Pienso que es martes, que no debería estar por ahí tomando copas con ellos, pero que en la tele no hacen nada y no me quedan libros ligeritos por releer.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Hogar dulce hogar


Que sí, papá... Que sí... Que no, ya te he dicho que no hay ni una cucaracha más... Tranquilo, si noto unas patitas recorriéndome las piernas mientras duermo gritaré y llamaré a los bomberos. No, no vendré a comer en toda la semana que ya trabajo todo el día y no tengo demasiadas ganas de conducir. Sï, hay bar, pero yo también se cocinar, ¿no te acuerdas? Que sí, Rosy, que en casa tengo escoba y eso, no te preocupes.

Y cada domingo, más de lo mismo