domingo, 1 de marzo de 2009

No-fiesta


Este fin de semana he intentado poner remedio a mis continuos lamentos. Fiesta en casa, después de cenar, que todos no cabemos, y copas gratis para Miranda y Hanna y sus respectivos, para Jacques, su hermano y su padre. Yo, de beatnik por si luego íbamos al Bleecker, pero como todos son unos aburridos, se fueron a dormir y no hubo Bleecker ni nada.
Yo que les llamé para volver a ser amigos y resulta que las dos se han vuelto tan muermo y tan casadas como yo creía. ¿Veis como me quejo con razón?