Me preguntabais qué ha pasado durante estas semanas de intermitencia. Os haré un croquis: No ha pasado nada.
Eso quiere decir lo siguiente:
a) Yo sigo viviendo sola, trabajando de reportera en una tele nada-guay y pensando a qué dedicar mi tiempo libre y el resto de mi angustiosa existencia.
b) Mi padre sigue manteniendo un idilio semi-oculto con la señora Valdelaspuertas. Sigue cagándose en la crisis pero ganando pasta a lo loco y ahora quiere escribir un libro de autoayuda para hacerse millonario.
c) Jacques continúa trabajando en el banco y paseando a su perra josefina. Los sábados es árbitro de fútbol sala y los martes va a que le renueven la horchata de las venas. Sus amigos siguen siendo sus amigos.
d) Mis amigas están emparejadas/desaparecidas. Os recuerdo que Miranda se casó y que Hanna convirtió a Maq en un tipo bastante anodino que va a comer los sábados a casa de sus no-suegros. Ninguna de las dos sale nunca.
e) No sé nada de mi madre, de Carlos, de Ben, del jefejapo y de otra serie de personajes que han salido de mi vida a velocidad de vértigo.
Aprovecharé para decir que me está entrando ahora la crisis de los 30, porque no entiendo como me puedo aburrir tanto. Sigo sin encontrar un trabajo que me guste (y eso que tengo dos carreras y cinco másters), mis amigos y yo no terminamos de coincidir, mi padre confía más en su limpiatriz y en su secretaria que en mí y mis amigas creen que debería buscarme un bon xic como han hecho ellas y perpetuar la especie. ¿Por qué, señor, por qué?